miércoles, 9 de mayo de 2012

El desafío de fundamentar



A lo largo de mi práctica docente, me ha sucedido en innumerables ocasiones, que he tenido que fundamentar por escrito las razones por las cuales se da Artes Visuales en la escuela. Contar de qué se trata y por qué está presente en la currícula educativa este campo de conocimientos, no ha sido un problema. Sin duda, es agradable escribir a cerca de aquello que nos apasiona. 

Sin embargo, fundamentar y defender nuestra presencia ante colegas y padres, siempre ha sido un desafío mayor. Nos encontramos con la pregunta: ¿De qué sirve Artes Visuales? De primera movida, la pregunta tiene esa impronta utilitaria que se percibe como ajena a nuestras prácticas.

Pareciera que, de no mediar una evidente función utilitaria, la presencia del arte en el ámbito escolar, no encontrara justificación. A mi entender y de acuerdo a lo que me transmitieron profesores, colegas, gente de arte, no hay una sola justificación, sino muchas.  
En primer lugar, tengamos en cuenta que el ser humano ha dado muestras de manifestaciones artísticas desde la Prehistoria. Y sino, basta con mirar las imágenes de la Cueva de Altamira en el precioso municipio español de Santillana del Mar. Los arqueólogos hablan de la función mágica de esas manifestaciones. Sin embargo, no sabemos si, además de dibujar y pintar aquello que deseaban cazar, los hombres de la Prehistoria , experimentaron el goce estético de plasmar sus ideas e imágenes sobre la piedra. 
El Arte, como manifestación en constante movimiento y mutación, ha reflejando la vida de la sociedad a través de un lenguaje muy complejo. Sus funciones, religiosas, históricas, ideológicas, etc., han ido cambiando el lugar de prioridad en distintas épocas. Pero queda claro que la función estética es y ha sido el cimiento de todas las otras.  
Por otra parte, vivimos en un mundo que utiliza, para comunicarse, una infinidad de símbolos, signos y recursos visuales, sea que se apliquen de modo artístico o no. Publicidades de diversa índole, señales de tráfico y una infinidad de diseños, utilizan elementos de artes visuales para dar forma a su expresión. 
A todo esto se suma la presencia de esa necesidad innata que tienen las personas, de expresarse creativamente utilizando herramientas artísticas. Imitando la naturaleza, volcando ideas y sentimientos por medio de trazos y colores o creando formas nuevas con un sello personal, de cualquier modo que su tiempo histórico lo conciba, el ser humano nunca va a dejar de producir arte. 
A veces, a modo de protesta, me pregunto: ¿Dónde está escrito que una parte de la sociedad podrá hablar un idioma que la otra parte no pueda entender?

Entonces, tal vez la asignatura de Artes Visuales tenga, entre sus finalidades y justificaciones, un fin utilitario: Dar a conocer un lenguaje plástico, en muchas ocasiones, de comunicación no verbal, facilitar el entendimiento de sus manifestaciones y propiciar la posibilidad de experimentarlas.

Así como es necesario aprender el lenguaje que hablamos y por eso existe la asignatura de Lengua, así también es necesario entender el lenguaje visual y por eso existe la asignatura de Artes Visuales. 

Con la perspectiva de nuestro mundo actual, con sus tintes, sus luces y sus sombras, es que crean los artistas, hablan los publicistas y comprenden quienes manejan el lenguaje visual.




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